PERGAMINO 10 | RETO RIQUEZA ABUNDANTE Y PROSPERIDAD
Yo
soy una persona próspera, espero siempre lo bueno de la vida y tengo éxito en
todo lo que me propongo.
Las
personas prosperas se nos presentan en todas formas y tamaños, dentro de un
cambiante grado de inteligencia, formación y educación, pero poseen una cosa en
común: esperan en mayor grado lo bueno de la vida que lo malo, ellos procuran
tener éxito más frecuentemente que fracasos y lo consiguen.
Cuando deseo algo que vale la pena adopto la
actitud con la cual puedo obtenerla y me decido a obtenerlo, voy tras él, me
ocupo de él y 9 veces de 10 lo consigo.
El medio en el que me desarrollo constituye
realmente el reflejo mi actitud mental, si no me agrada mi ambiente tengo que
cambiar primero mi actitud.
El mundo no tiene favoritos, es impersonal,
a él no le importa quien tenga éxito y quien fracase, no le interesa si cambio
o no, mi actitud hacia la vida no conmueve al mundo ni a la gente que vive en
él tan profundamente como me afecta a mí.
Sería imposible calcular el número de
empleos que se han perdido, el número de ascensos mal logrados, el número de
ventas que no se realizaron, el número de matrimonios arruinados por actitudes
inadecuadas, sin embargo, puedes contar los millones de empleos que son
desempeñados aún cuando son odiados, los matrimonios que son tolerados pero
infelices, todo a causa de que las personas están esperando que el mundo y todo
lo demás cambie para con ellos, en lugar de cambiar ellos, en vez de tratar de
experimentar y comprobar la causa principal de dichas dificultades.
Yo
soy una persona próspera, espero siempre lo bueno de la vida y tengo éxito en
todo lo que me propongo.
Investigaciones realizadas en las vidas de
personas afortunadas han demostrado que esas personas manifestaban confianza,
convicción, ellos confiaban en el éxito y lo lograron. Se pueden distinguir a
esos individuos por la manera en que caminan, por el modo en como reflexionan y
actúan, se les puede percibir cuando entran en una habitación, sin embargo
todos poseen la actitud que persuade al triunfo.
Una actitud adecuada me proporciona el
triunfo que busco, ésta actitud la logro comenzando a actuar como si tuviera
una actitud conveniente, positiva, expectante hacia la vida. Ahora comienzo a pensar,
actuar, caminar y reflexionar como si perteneciera a ese grupo de personas
afortunadas y me asombro de lo que pasa en mi vida y como todo se transforma
positivamente.
Hay un pensamiento que dice: “La vida es
aburrida únicamente para las personas aburridas”, esto es cierto, podría
igualmente decir: “La vida es interesante únicamente a las personas interesantes
o la vida es afortunada únicamente para las personas afortunadas”, lo que quiere
decir es que, primero debo infundir en el ánimo desde la actitud que anhelo
alcanzar.
El filosofo alemán Goethe (Guete) lo expone
de ésta manera: “Antes de que puedas realizar algo, primero debes de ser
alguien.”
Cierto periodista le preguntó a un famoso y
prospero propietario de una cadena de restaurantes: “¿Cuándo llego a tener
éxito?”, él respondió, “Tuve éxito desde que dormía en las bancas del parque,
sabía lo que quería hacer y sabía lo que haría”. Su actitud había sido de
triunfo, de un supuesto triunfo, mucho antes de que la recompensa material
tangible del triunfo hubiera sido obtenida.
Actúo y reflexiono de acuerdo con los
acontecimientos, me siento victorioso antes de que la victoria anhelada pueda
llegar.
Yo
soy una persona próspera, espero siempre lo bueno de la vida y tengo éxito en
todo lo que me propongo.
Yo soy una persona afortunada, me acontecen
toda clase de cosas sorprendentes y buenas y doy la impresión de que obtengo lo
mejor de la vida, me divierto excelentemente, obtengo mayor número de
satisfacciones durante un año que la mayoría de las personas en 5 años.
Hago la siguiente prueba y persevero en ella
durante todo el tiempo que dura este reto y por el resto de mi vida y me
encontraré asociado con ese pequeño, feliz e intrépido grupo de personas, me
transformo en un afortunado y la mayor parte de mis asuntos se resuelven por sí
mismos. Los resultados son asombrosos, ésta es la prueba: Durante todo el reto
de Riqueza Abundante y Prosperidad y por el resto de mi vida actúo de acuerdo
con el mundo, adopto una actitud que simboliza la clase de resultados que deseo
alcanzar con todos y todas las cosas, es decir, los objetivos que persigo
consisten en obtener mayor éxito dentro de la actividad a la que estoy
dedicada, actúo como si estuviera ya en posesión del éxito que busco.
Para que todas las personas me traten con
admiración y respeto, primero los trato yo con admiración y respeto. Durante
todo el reto y el resto de mi vida: trato a toda persona con la cual me
relaciono como a la más importante persona sobre la tierra, llevo a cabo esto
por dos importantes razones:
Primera
razón. Por lo que respecta a cada persona, soy el ser más importante sobre la
tierra, nunca lograré que él lo admita, pero esa es su opinión personal.
Segunda
razón. Porque ésta es la manera en cómo los seres humanos debemos tratarnos los
unos a los otros.
¿Pero
por qué debo tratar de esa forma a todo el mundo? ¿Por qué debo tratar al
repartidor de agua, a la persona que recoge la basura en mi calle con el mismo
respeto y cortesía que muestro a mi mejor amigo y a mi mejor cliente?
Nuevamente por dos razones:
- Tratando a todo el mundo de la
misma manera formo el hábito adecuado.
- ¿Puedo afirmar con certeza si una
persona es más importante que otra?
Los resultados me asombran y me deleitan.
No existe nada en el mundo que hombres,
mujeres y niños deseen y necesiten en mayor grado que el sentimiento de
sentirse importantes, de que hacen falta y son respetados. Ellos concederán su
amor, su afecto y sus negocios a la persona que satisfaga ésta necesidad.
Yo
soy una persona próspera, espero siempre lo bueno de la vida y tengo éxito en
todo lo que me propongo.
¿Alguna vez te has dado cuenta de que entre
más alto llegues dentro de una organización importante, las personas parecen
tornarse más refinadas? En consecuencia, entre más importante sea la persona,
más fácil resulta tratarlo y hacer negocios con él. ¿Sabes por qué? Es porque
esa persona tiene una actitud conveniente y naturalmente las personas con
actitudes convenientes hacienden hasta la cúspide. Esa persona no posee la
actitud conveniente a causa de su posición, posee su posición como resultado de
su actitud.
Así que durante todo este reto y el resto de
mi vida actúo respecto al mundo y los demás, sin trabas exactamente en la misma
forma en que yo que el mundo y los demás actúen conmigo. Trato a mi pareja,
amigos y familia como las personas que realmente son: La persona más importante
en mi vida. Procedo en la misma forma con mis hijos, hermanos, padres, llevo a
cabo dentro de mi mundo por el resto de mi vida, la clase de actitud que
adoptaría si fuera la persona más afortunada sobre la tierra y advierto que rápidamente
se transforma en hábito; inmediatamente se nota el cambio.
Los problemas que solían perturbarme e
incomodarme desaparecen. Cuando alguien menos preparado que yo me causa un mal
rato, dejo de alterarme, si alguien se interpone frente a mí con su automóvil o
se comporte de alguna forma que demuestra su ignorancia y falta de cortesía,
evito rebajarme a su nivel, lo compadezco pues es la clase de grupo al que he
dejado de pertenecer.
Yo soy la persona más afortunada sobre la
tierra, desarrollo una actitud conveniente y me coloco en el sendero de lo que
busco, así me encuentro en el 5% de las personas selectas. He preparado el
terreno y plantado la semilla, he hecho de mi mismo la personificación de lo
que anhelo.
Yo soy una persona próspera, espero siempre lo bueno de la vida y tengo éxito en todo lo que me propongo.
Gracias Gracias Gracias!¡!
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