PERGAMINO 7 | RETO RIQUEZA ABUNDANTE Y PROSPERIDAD

 PERGAMINO 7 | RETO RIQUEZA ABUNDANTE Y PROSPERIDAD

   Para prosperar, yo sirvo con amor y alegría. Yo doy gracias de que ya he recibido en el plano invisible y hago preparaciones activas para recibir en el plano visible.

    Nadie puede enriquecerse si no enriquece a otros, no hay excepciones a ésta regla, ¿se me había ocurrido alguna vez pensar en el dinero como medida?

   Aún los sacerdotes y los filántropos apartados de la vida material recogen frutos espirituales en vez de materiales, pero también en este caso en proporción directa a sus servicios.

   Una vez que ésta ley es comprendida y asimilada, permite a cualquier persona predecir su futuro. Si deseo recibir más tengo que redoblar mis esfuerzos en dar más, aumentar mi servicio. Si quisiera recibir menos debería reducir mis servicios. Éste es el precio que debo pagar por aquello que deseo conseguir.

   Si alguien pretendiera enriquecerse defraudando a otros acabaría como el defraudado, posiblemente tarde algún tiempo pero tan seguro como hay estrellas en el cielo cosechará lo que sembró. Jamás debemos cometer el error de pensar que podemos contravenir este principio, es imposible, las cárceles están repletas de personas que pensaron que podían hacer sus propias leyes y aplicarlas a su antojo. Podremos quizás apartarnos de las leyes humanas pero existen otras mucho más poderosas que no pueden ser quebrantadas.

   Para prosperar, yo sirvo con amor y alegría. Yo doy gracias de que ya he recibido en el plano invisible y hago preparaciones activas para recibir en el plano visible.

   A partir de hoy sigo estos seis pasos para convertir el éxito en realidad:

   Primero: Me marco una meta definida.

   Segundo: Evito pensamientos derrotistas.

   Tercero: Pienso a diario y a lo largo de cada día en todas aquellas razones por las que SI puedo lograr el éxito.

   Cuarto: Si creo tener algún motivo para no poder triunfar medito en todas las circunstancias de mi vida desde mi niñez y descubro el origen de esa creencia.

   Quinto: Sustituyo la imagen o concepto que tengo de mi mismo por la de la persona que quiero ser.

   Sexto: Actúo ya como la persona de éxito que he decidido ser.

   Para prosperar, yo sirvo con amor y alegría. Yo doy gracias de que ya he recibido en el plano invisible y hago preparaciones activas para recibir en el plano visible.

   Yo pago el precio del éxito convirtiéndome en la persona que deseo ser, es mucho más fácil que ser un fracaso.

   Cada día me es más fácil practicar hábitos constructivos y ahora me pregunto ¿Cómo pude vivir de otra manera? Vivo ésta nueva vida y las compuertas de la abundancia se abren hacia mí colmando mi existencia de más riquezas de las que yo había creído posible que existieran.

   Dinero, claro, tengo mucho dinero, y también tengo mucha paz, ahora yo estoy en esa minoría privilegiada y optimista de personas de éxito. Comienzo hoy mismo, nada tengo que perder pero en cambio tengo toda una vida que ganar.

   Para prosperar, yo sirvo con amor y alegría. Yo doy gracias de que ya he recibido en el plano invisible y hago preparaciones activas para recibir en el plano visible.