PERGAMINO 12 | RETO RIQUEZA ABUNDANTE Y PROSPERIDAD

 PERGAMINO 12 | RETO RIQUEZA ABUNDANTE Y PROSPERIDAD

   Persisto y tengo éxito, pongo la autodisciplina en acción, basado en mi carácter y mi fuerza de voluntad, persisto aún cuando las cosas no van como quisiera y eso me brinda confianza y habilidad para lograr el éxito.

   Allá por el año de 1843 nació un individuo quien durante el curso de su existencia tuviera profunda influencia sobre millones de personas, se llamó Russell Herman Conwell, quién llegara a ser abogado famoso, redactor de un periódico y clérigo; durante el último periodo de su existencia le aconteció un incidente que cambió su vida y las existencias de innumerables más. Cierto día un grupo de jóvenes acudió a la iglesia de Conwell a preguntarle si estaría dispuesto a impartirles cursos universitarios, ellos deseaban una educación universitaria pero carecían del dinero para poderla pagar. Él les prometió que haría todo lo que humanamente pudiera, y cuando los muchachos se marchaban, una idea comenzó a tomar forma en la mente de Conwell, se preguntó a sí mismo “¿Porqué no existe un buen colegio para la juventud humilde y digna?”, le surgió una excelente idea disponiéndose a trabajar en ella inmediatamente, casi sin ayuda Conwell reunió entre 6 y 8 millones de dólares, con los cuales fundó la Universidad Pública Temple de Filadelfia, recaudó dicha suma dictando más de 6 mil conferencias en todo EU y en cada una de ellas contaba la anécdota intitulada: “Una mina de diamantes.”

   Era ésta una narración verídica que le había impresionado profundamente y en igual forma conmovió a su auditorio, era el relato acerca de un agricultor que se había establecido en África, dicho campesino había escuchado las emocionantes historias sobre otros colonos que se habían convertido en millonarios al descubrir minas de diamantes, el granjero que había comprado una hacienda, en África, esperando hacerse millonario, no encontraba diamantes en sus tierras y no podía esperar, decidió vender su hacienda y buscar los diamantes por su cuenta, pasó el resto de su existencia  recorriendo el vasto continente africano buscando infructuosamente las fulgurantes gemas que se vendían a tan altos precios en los mercados del mundo, finalmente en un repentino ataque de melancolía, arruinado y desesperado, según cuenta la historia, se arrojó al río ahogándose.

   Cierto día durante en este mismo tiempo, la persona que le había comprado la hacienda se encontró en el arroyo que atravesaba la propiedad, una extraordinaria y gran piedra, la que resultó ser un gran diamante de incalculable valor, descubriendo posteriormente que el terreno estaba materialmente cubierto con ellos y llegando a convertirse una de las minas de diamantes más ricas del mundo. El primer hacendado había sido dueño realmente de una mina de diamantes pero la había vendido casi por nada para ir a buscarlos en cualquier otra parte. Si tan sólo hubiera tenido el tiempo y estudios necesarios para saber cómo son los diamantes en su estado natural y hubiera explorado directamente el terreno que poseía, seguramente que hubiera conseguido los millones que buscaba exactamente dentro de su misma propiedad.

   Persisto y tengo éxito, pongo la autodisciplina en acción, basado en mi carácter y mi fuerza de voluntad, persisto aún cuando las cosas no van como quisiera y eso me brinda confianza y habilidad para lograr el éxito.

   Lo que tan profundamente conmovió a Conwell y posteriormente a millones de personas más, lo constituyó el hecho evidente de que cada uno de nosotros se encuentra en éste preciso momento de pie en medio de su propia mina de diamantes, si tan sólo tuviéramos la sabiduría y paciencia para explorar eficaz e inteligentemente el trabajo al cuál estamos entregados en el presente, de seguro descubriríamos las riquezas que encierra, que son las que buscamos, ya sean intangibles o materiales o ambas.

   Persisto y tengo éxito, pongo la autodisciplina en acción, basado en mi carácter y mi fuerza de voluntad, persisto aún cuando las cosas no van como quisiera y eso me brinda confianza y habilidad para lograr el éxito.

   Antes de que acudamos hacia lo que pensamos son pastos más verdes, cerciorémonos de que el propio no vaya a estar tan floreciente o quizá vaya a estar más verde. Ahora lo sé, en tanto que he mirado otros pastos, otras personas admiran el mío.

   No hay nada más lastimoso para el espíritu que las personas que malgastan su existencia yendo de una a otra actividad, del mismo modo que el campesino de la historia, siempre buscando la fortuna en el arcoíris de su imaginación pero sin persistir lo suficiente para poder descubrirlo.

   No importa cuáles sean mis propósitos, el camino hacia ellos se encuentra en alguna parte dentro de la actividad en que me desempeño.

   Persisto y tengo éxito, pongo la autodisciplina en acción, basado en mi carácter y mi fuerza de voluntad, persisto aún cuando las cosas no van como quisiera y eso me brinda confianza y habilidad para lograr el éxito.